Aumentar las habilidades de los empleados a través del aprendizaje informal
La oportunidad para que un empleado desarrolle sus habilidades y destrezas a menudo se considera un factor decisivo para determinar si permanece en el trabajo.
Si bien muchas empresas, para satisfacer la demanda de los empleados de aprendizaje y desarrollo, ofrecer cursos tradicionales de “aprendizaje y desarrollo” (cursos L&D), dichas clases requieren que los empleados se tomen un tiempo alejado de su trabajo o que estas clases puedan suponerles más carga de trabajo.
Una encuesta de LinkedIn identificó que la mayoría de los empleados no tienen tiempo para aprovechar estas oportunidades, y solo el 17% de los encuestados lograron completar los cursos de L&D que les asignaron sus jefes. Además de eso, donde los cursos son organizados por proveedores externos, el conocimiento adquirido puede no ser aplicable debido a las condiciones únicas dentro de la empresa.
Todos estos signos apuntan a una creciente necesidad de un medio más rentable y que ahorre tiempo para gestionar el aprendizaje en el lugar de trabajo, lo que en vista de estas limitaciones, las empresas deberían considerar ofrecer oportunidades de aprendizaje informal a sus empleados.
Como su nombre indica, el aprendizaje informal se refiere al aprendizaje que ocurre muy lejos de los entornos estructurados y formales del aula. Algunos ejemplos incluyen sesiones de entrenamiento y tutoría sin la presencia de otros, excepto el entrenador o mentor y su aprendiz. Esta práctica fue común en España de los años 50 a 70, en el aprendizaje de los oficios y artesanos y sustituida en los 80 por la formación profesional “FP”.
A diferencia del aprendizaje formal, las sesiones de aprendizaje informal tienden a ser más espontáneas y autocriticas con mejores resultados. También incluye la asignación de tareas que ampliarán las habilidades de los empleados, al tiempo que les proporciona conocimientos precisos y oportunos para la empresa.
Si bien el empleado puede cometer errores a lo largo del camino de aprendizaje, este método elástico acelerará el crecimiento del empleado mucho más allá de los entornos formales de aprendizaje. Dicho esto, tales iniciativas de aprendizaje informal florecen, cuando el equipo de gestión también construye y mantiene una cultura propicia en la que los empleados pueden fracasar, ya que los fracasos son apreciados y vistos como oportunidades de crecimiento en lugar de razones para una evaluación negativa.
El aprendizaje puede ser un negocio desordenado, pero no es una misión imposible. Los empleadores podrán trazar un camino claro a través del aprendizaje y el desarrollo, siempre que permanezcan abiertos y cómodos para lidiar con la ambigüedad, los pasos en falso y los errores.
MABR